Imperio de Mentiras

Leonardo es un policía que planea casarse con Julia. Elisa vive un momento de felicidad cuando su padre, Augusto, le regala una galería de arte. El destino de ambos se cruza cuando Augusto y Julia aparecen muertos en el mismo vehículo.

Para evitar que le hagan daño a su hermana, Elisa le hace creer a Darío que Leonardo es su novio. Renata se opone a que Elisa dirija ‘Grupo Cantú’. Eugenio se revela como el jefe de Darío y planea utilizar a Elisa para que trabaje para él.

Eugenio manipula la investigación al saber que Victoría seguía a Augusto el día de su muerte. Renata toma posesión de la dirección de la empresa. Darío presiona a Elisa para que le entregue las piezas y ella se ve obligada a investigar a Julia.

Leonardo descubre a Elisa en el cuarto de Julia y ella huye, pero él logra arrestarla para llevársela a la policía con el fin de que declare la verdad. Victoria descubre las deudas de Augusto. Darío salva a Majo de ser abusada.

Elisa descubre por Darío los negocios ilícitos de su padre. Victoria visita a Nieves para saber más detalles de Julia. Renata desea venderle a Eugenio las acciones que heredó.

Elisa, cansada de la situación, le confiesa a Leonardo que su hermana está secuestrada y le pide ayuda. Leonardo decide ayudar a Elisa y hacerse pasar por su novio. Darío interroga a Majo sobre la identidad de Leonardo.

Elisa y Leonardo planean descubrir la verdad y para esto deciden que ella lo presente ante la familia Cantú como su pareja. Victoria amenaza a Renata. Darío siente compasión por María José y la invita a cenar solos.

Elisa le confiesa a Fernanda que empieza a sentir algo por alguien. Majo intenta escapar de sus secuestradores. Renata se hace una prueba de embarazo esperando que el resultado sea positivo.

Uno de los secuestrados le exige un millón de dólares a Elisa para recuperar a Majo por lo que Leonardo y Adriana realizan un plan para poder ayudarla.

Elisa agradece la ayuda de Leonardo, lo que la impulsa a besarlo. Victoria teme por la vida de Majo, sin saber que el verdadero culpable es Eugenio. Eugenio le da la orden a Darío de matar a Majo.