Niño de papel

Un huérfano se enfrenta a la batalla diaria de la conciencia y la inconsciencia para hacer las cosas bien. Se despierta ilusionado y quiere encontrar un trabajo para ayudar a su viejo tío que trabaja de sol a sol para pagar sus gastos diarios.

Decepcionado y cansado de no encontrar trabajo, el huérfano se topa con Don Tomás a altas horas de la noche, quien al enterarse de la situación le ofrece un trabajo como pregonero, situación que cambia su vida, convirtiéndolo en el niño de papel.

El Sr. Alpuche llega a depositar una fortuna en el banco Don Gerundio que lo atiende, le da el dinero en un momento de distracción al niño de papel, quien pensando que se le han adelantado 350 años de compra, toma el dinero y comienza a gastarlo.

Su tío Chucho le recomienda al niño de papel que abra una cuenta de ahorros, una serie de vicisitudes les llevará a enfrentarse a un ladrón fracasado y a la enseñanza de la honestidad para devolver el dinero en cuanto descubra que no es suyo.

Don Tomás, Don Chucho y el Sargentazo quieren dar una serenata, pero el Sapo y sus cómplices planean algunos robos mientras el oficial está distraído y aunque el niño de papel escucha sus planes criminales, es amenazado para que no revele nada.

El Niño de Papel y Pajarito son aficionados a los partidos de béisbol que se emiten por televisión, su amor por el deporte y la emoción de practicarlo, hace que tomen la calle como estadio y esto provocará una serie de peripecias.

El niño de papel visita a Don Chivatito, el científico, que está trabajando en una fórmula que transforma la nitroglicerina en perfume de gardenia, pero una serie de confusiones hacen que el niño de papel tome la nitroglicerina por error.

El niño de papel se siente rechazado porque la gente del barrio es particularmente intolerante con su presencia, pero esto cambia cuando Don Chucho recibe una carta en la que se le informan que su sobrino recibirá una herencia de dos millones.

El niño de papel se entera de que Kid Relámpago está buscando un nuevo contrincante, por lo que el niño de papel no duda en ofrecer a su tío como sustituto, la necesidad de salvar su casa de las deudas obliga a Don Chucho a aceptar la afrenta.

Tras ser atropellado por una bicicleta, Don Gerundio, mareado y desorientado, camina por las calles y se encuentra con Rubaldina, que le saluda y se preocupa al comprobar que ha perdido la memoria y, para colmo, se cree Napoleón Bonaparte.