Echando los perros

Lupe le consigue trabajo a Albertano y a Vitor de ayudantes del panadero. Albertano se enamora de Bety, la hija del panadero. Los bolillos creados por el Vitor se vuelven un éxito gracias a un ingrediente muy especial.

Albertano descubre que tiene la capacidad de calmar a los perros y le ofrecen trabajo en una veterinaria. Vítor y Albertano tratan de ayudar a que un niño no se quede sin su perro.

Albertano siente que Vítor lo ha cambiado por su nuevo amigo Claudio y para darle celos se va de fiesta con Puchi. Ambos se llevan una sorpresa con sus respectivas citas.

Vítor y Albertano empiezan a trabajar en un asilo de ancianos y tratan de ocultar la muerte de uno de los viejitos.

Albertano y Vítor realizan un servicio de mudanza pero todo se les complica cuando su camioneta desaparece.