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A Franklin le gusta ayudar y un día demuestra lo servicial que es con sus amigos. Franklin y Oso compran un submarino por correo.
Franklin quiere aprender a usar las herramientas. Franklin es el mejor jugador de ajedrez de su escuela.
Franklin y Oso quieren sentise niños grandes. A Franklin le sale algo en el caparazón y tiene que ponerse una pomada púrpura.
Franklin aprende una nueva y útil lección. Franklin aprende muy pronto porque no debemos ser curiosos.
Hoy Franklin está muy inquieto en la estación de tren mientras espera a su mamá. Franklin y su amigo el Oso juegan jockey con sus amigos.