Obsesión contínua
A lo lejos, Camacho muestra a Carlota la cabaña donde se escondían Juana y Mauricio.
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Justo cuando los hampones entran a la residencia de los Pérez, la joven participa a su madre que irá por un vaso de agua.
Al entrar a la habitación de Juana, los sicarios se molestan al ver que la chica no está. Ana María emite un leve grito, pero Perro Garaje la acalla. A solas con Carlota, Desirée le recuerda que el trabajo que encargaron debe estar ocurriendo.
Carlota explica a Armando que tuvo que suspender su viaje por el accidente de Juana. Le habría gustado que la hubieran matado.
En el pasillo del hospital, David recomienda a Mauricio apartarse de la primeriza, pues es lo más conveniente para ella y el niño. Mauricio se niega. Asegura que la protegerá hasta el final.
Carlota ha logrado poner la almohada sobre la cara de Juana. Al encontrar a Mauricio en el pasillo, Ana María reconoce que entre él y su hija existe un sentimiento bien fuerte. Juana intenta defenderse de su agresor.