Llena de amor

Oswaldo busca información de Mariela Bermúdez y para ello se hace pasar por un familiar de la joven. Al tiempo que Luisa en medio de su sueño no logra descartar las palabras del taxista asegurándole que su bebé está vivo.

Alicia se juega todas sus cartas y le dice a Rodolfo que los trámites de su divorcio van avanzando favorablemente. Liliana le dice a Alicia que la joven quiere trabajar y ella le sugiere que hay una posibilidad que lo hagan dentro de la empresa.

Luisa Fernanda no puede dejar de pensar en las palabras de Oswaldo y Mariela. Luisa Fernanda regresa y Liliana le reclama y le dice que Rodolfo está muy molesta y en cuanto regrese deberá explicarle dónde y con quien estuvo.

Fabián no se explica cómo pudo enamorarse de Dinorah, la madre de la mujer que más ha amado. Alejandra se entera de la relación entre Fabian y su madre e intenta golpearlo pero se detiene por no herir a su madre.

Ignacio y Miguel Enrique se acusan mutuamente de ser responsables del encierro de uno del otro. Juntos llegan a la conclusión que detrás de todo esto se encuentra Alicia Suárez. Fabián no puede evitar sentirse mal tras conversar con Alejandra.

Emilio se da cuenta de la presencia de Toro y le advierte a la manipuladora de Alicia, quien le hace creer a Rodolfo que Luisa Fernanda lo necesita pues según cree haberla escuchado llorar en la terraza, Rodolfo no lo piensa y corre a buscarla.

Bombón se siente acorralada ante las acusaciones de Oswaldo y Luisa Fernanda quienes están decididos a encarar a la muchacha con la doctora que la asistió durante el alumbramiento, cuando inesperadamente llega alguien.

Víctima de los remordimientos por no saber si hace o no lo correcto, Rodolfo busca acercarse nuevamente a su amada a quien cree profundamente dormida para hacerle ver que lo mejor es acudir a un médico para que le ayude.

Alicia le propone a Rodolfo contratar los servicios de un especialista para que trate a Luisa Fernanda, Rodolfo no cree que la joven consienta seguir un tratamiento. Para su sorpresa, Luisa Fernanda aparece en lo alto de las escaleras.

Ante la felicidad que embarga a Belinda al tener al pequeño en brazos, Mauricio desiste de la idea de dar parte a la policía; decisión que considera egoísta. Sin embargo, Leticia lo ve como un sincero acto del más profundo amor hacia su adorada esposa.

Rodolfo no imagina la incómoda situación que vive Luisa Fernanda, pues en lugar de encontrar a su bebé en la habitación de hotel, sorprende a Bombón y Miguel Enrique en una comprometedora situación.

Rodolfo le advierte a su madre que de ahora en adelante vigile cada uno de los pasos de Luisa Fernanda pues de lo contrario no le quedará otra salida que encerrarla.

Alejandra y Gustavo no saben qué hacer con la pequeña Ariana que arde en fiebre. Inesperadamente Fabián llega y se ofrece a ayudarlos. Ignacio se disculpa con Dinorah y le pide que retome el caso.

Los deseos de Luisa Fernanda y Oswaldo por desenmascarar a Bombón se vienen al suelo, al conocer que la doctora Reyes se encuentra realizando un curso en Inglaterra. Moncada pone al tanto de los hallazgos en el caso de Andrés a Rodolfo y Alicia.

Una vez que Oswaldo le aclara lo ocurrido a Rodolfo, el joven acompaña a Luisa Fernanda. Juntos visitan a Miriam quien acepta ayudarle a buscar al bebé de Bombón, con la condición que si Bombón realmente es la madre, la dejará en paz.

El enfrentamiento entre Liliana y Luisa Fernanda no se hace esperar. Alicia se une a la discusión y hace todo lo posible para que Luisa Fernanda sea internada en un manicomio y nadie dude que está fuera de sí.

Miguel Enrique sigue los consejos de Miriam y le hace creer a Bombón que desea estar con ella y su hijo. Ella ve su sueño hecho realidad y le exige a Mariela que le entregue nuevamente al bebé.

Minero le entrega a Luisa Fernanda el dinero que necesita para pagarle a Mariela. Tras mentir y dudar, la enfermera revela que le dio el niño a una mujer llamada Leticia Toscano y con ello le entrega un número donde ubicarla.

Luisa se queda a solas con el niño cuando es sorprendida por Mauricio, quien desconcertado, le exige explicaciones de quién es y qué hace con su hijo en brazos.

Luisa Fernanda está inmensamente feliz al haber encontrado a su pequeño, inmediatamente busca el apoyo de su nana. Rodolfo llega a casa de Dinora y le dice que no puede vivir sin Luisa Fernanda, la joven escucha y queda impresionada.