Trabajo pesado

Una inocente abuelita tendrá curiosidad de ver que tiene un escoces debajo de su falta, generando la sorpresa y risa de sus víctimas. Además, algunas personas cumplirán sin querer un sueño de alfombra roja en un centro comercial.

La policía también puede ser divertida. Al intentar multar a los automovilistas, un policía perderá los dientes en el intento. Y aquellos que intenten morder una uva en el mercado, tendrán a la justicia encima. La policía está al tanto de las risas.

La risa puede curar algunos problemas de salud, pero no mejorar la vista de una mujer que juzgará duramente la apariencia de unos bebés. Un anciano que necesita ayuda, la recibirá de un policía muy brusco y unas monjas posarán de forma atrevida.

Por el antojo de una malteada, algunas personas tendrán un gracioso accidente. De igual forma, algunos comensales se atravesarán con un entusiasta corredor, un desastre seguro. Y en un restaurante, al parecer a la gente le gusta comer con poca ropa.

Una escultura en un centro comercial estornuda cuando la gente trata de limpiarla. Una abuelita es atrapada por la justicia, pero es inocente. Una persona que anda por la calle, saca de repente un pez de su bota. En estas bromas, nada es lo que parece.

El niño y un helicóptero de control remoto pueden sonar de lo más normal, hasta que el objeto aterroriza con disparos falsos a las personas. Otro inocente niño aparece con un perro en el parque que al parecer no es suyo. Los niños causan muchas risas.

Nunca es tarde para comenzar una nueva profesión. Algunas personas intentaran operar maquinaria pesada ocasionando muchas risas. ¿O qué tal intentar como fotógrafo de una extraña pareja? ¿O como ayudante de payaso? Risas garantizadas.

Hay bromas clásicas que siempre nos hacen reír como un pastel en la cara, pero aquí la broma tendrá un giro inesperado. Lo que nadie se espera es que un niño maneje una patrulla con un control remoto. O que el bote de basura te arrebate la charola.

A veces las buenas intenciones no son suficientes, puedes salir engañado al tratar de ayudar un invidente en la escalera eléctrica, o ayudar a un jardinero y picar por accidente a un niño. Las buenas intenciones a veces tienen un divertido precio.

Probar comida en el supermercado es clásico, pero una cocinera de pollo frito tiene métodos muy particulares. Igual un empleado que quiere ofrecer bocadillos, pero tiene un sorprendente accidente. Hay que tener cuidado con las muestras gratis.

Imagina los accidentes más locos, como una abuelita saliendo de un baño público con una prueba de embarazo, o un mago que arroja a su ayudante a un lago, o caer en una coladera por empujar un auto. Todos estos accidentes están aquí.

Muchas buenas bromas pueden ocurrir en la calle cuando se hace trabajo pesado de construcción. Ser policía también es un trabajo pesado, que puede ser mas divertido con risas de por medio. En la calle siempre hay personas inocentes para hacer bromas.

Un masajista que hace cosquillas a sus clientes como si fueran bebés es muy extraño. También lo es cuando una mujer pide ayuda para sostener una madera pesada y le pinte las uñas a sus víctimas. Todas estas rarezas prometen muchas risas.