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Dennis Wilson, de los Beach Boys, fue quizá el causante de la ira de Charles Manson. Post Malone carga con la maldición del objeto más embrujado del mundo. Faith Hill y Reba McEntire siempre estarán vinculadas a un accidente ocurrido en 1991.
Avril Lavigne, Charlie Rich y Bob Marley, tres músicos radicalmente diferentes que comparten un rasgo común: vidas transformadas por el extraño mundo de las celebridades, cada una de sus historias forma parte de los grandes misterios de la música.
Los misterios de la música pueden ser involuntariamente positivos, Gram Parsons rechaza la tradición y termina con una despedida incendiaria, una rivalidad en beneficio de los fans y mujeres puritanas convierten en estrellas a desconocidos.
Nadie ha confesado ser Banksy, el grafitero underground, pero sigue rompiendo los límites del mundo del arte, igual que la historia de Sid Vicius sigue plagada de interrogantes y KISS sigue desdibujando las líneas de la verdad y la transacción.
Los límites de la buena y mala suerte de Aerosmith que les llevó del rock al rap, los excesos de los deseos de Elvis que le llevaron al despacho oval y las influencias del mismísimo Satanás que lleva toda nuestra música directa al infierno.
