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Tarzán comienza una nueva aventura, ahora viajando a Rio de Janeiro en Brasil, donde acompaña a su abuelo y a la madre de Jane. Ahí, el joven conocerá a un inquieto simio y a una banda de ladrones que tienen como empleados a los animales.
Tarzán y Jane hablan con el conde y Ángela sobre la red de cazadores de animales salvajes. Las autoridades de Brasil les informa que se trata de hombres peligrosos y que para encontrarlos hay que adentrarse en la jungla de ese país.
En la jungla, Tarzán y Jane se encuentran con una tribu que piensa que son cazadores y comienzan a perseguirlos, sin embargo, logran explicarles que ellos también quieren encontrar a las personas que hacen daño a su exosistema.
Tarzán y Jane encuentran unas ruinas que parecen ser un lugar importante para los cazadores de animales. Ahí encuentran a los pequeños monos que utilizan para sus planes malvados y deciden liberarlos y acabar con ese lugar.
Dentro de las ruinas, Tarzán y Jane se encuentran con un simio gigante, el cual los lleva a descubrir que un par de científicos están detrás de todo esto, haciendo experimentos arriesgados con los animales. El simio y Tarzán unirán fuerzas.
